Una vez que el fumador coloque distancia entre él y el cigarrillo, los límites del abandono del cigarrillo pueden tornarse un tanto borrosos. Es fácil que el fumador olvide las razones por las cuales es tan importante dejar de fumar.
Posiblemente la tos crónica ya cesó, o el fumador piensa que el proceso de dejar de fumar no es tan complicado como creía. Se dice a sí mismo que puede volver a fumar por un tiempo y luego dejar el hábito de fumar, esto no es una gran cosa.
Al igual que sucede con una relación tóxica que se dejó atrás, es fácil recordar los buenos momentos y no los malos. Todos en algún momento lo hemos hecho. El fumador recuerda lo agradable que le fue sentarse en la terraza a relajarse fumando un cigarrillo, después de degustar una excelente cena.
Lo que olvidan adrede los fumadores son todos aquellos cigarrillos que no fueron agradables, y que le produjeron dolores de cabeza, cansancio y dificultad para respirar.
Si bien el fumador puede liberar su cuerpo de la nicotina presente en el mismo. Si el pensamiento de drogadicto se asienta, su mente puede de manera creativa encontrar justificaciones para fumar un solo cigarrillo. Todas estas justificaciones son engaños, que pueden resultar seductores. Todos los fumadores han fracasado en un intento de dejar de fumar, debido a pensamientos de drogadicto afianzados.
El fumador debe poner mucha atención a su mente, e intentar corregir esos pensamientos de drogadicto, a medida de que vayan surgiendo. Debe evitar que crezcan las ganas de fumar, con lo evitará llegar a un nivel que sea incapaz de controlar. El fumador debe eliminar de raíz estos pensamientos de drogadicto, y proteger su proceso de dejar de fumar.