El spray nasal de nicotina es una terapia de reemplazo de nicotina que ayuda reducir el deseo de fumar, al aplicar una dosis en la nariz. La solución una vez aplicada es absorbida a través de la mucosa nasal, y de allí pasa al torrente sanguíneo.

Para usar esta terapia de reemplazo de nicotina se requiere de receta médica. Es junto con el inhalador de nicotina las dos terapias de reemplazo de nicotina que requieren récipe médico, y uso bajo supervisión médica. 

Antes de iniciar su uso

El fumador debe notificar a su médico si presenta alguna de las siguientes patologías: 

Mujer embarazada

Si está embarazada, si está en período de lactancia o piensa quedar embarazada.

Alergia a la nicotina

Si es alérgico a la nicotina o a algún otro medicamento.

Afecciones cardíacas

Si ha sufrido un ataque cardíaco, si sufre de angina de pecho, si sufre arritmias cardíacas, hipertensión arterial, o si padece enfermedad cardiovascular.

Afecciones nasales

Afecciones en la tiroides

Si padece problemas de tiroides tales como bocio, tiroiditis, enfermedad de Graves-Basedow, hipotirodismo, nódulos tiroideos, entre otros.

Afecciones del sistema circulatorio

Si padece problemas circulatorios tales como tromboangeítis obliterante o enfermedad de Buerger, o el fenómeno de Raynaud.

Afecciones renales o hepáticas

Si padece enfermedad renal, o hepática.

Otras afecciones

Si padece sinusitis o rinitis. 

Si padece de diabetes insulinodependiente, o padece de úlcera.

Además el fumador debe notificar al médico sobre los medicamentos que esté consumiendo en ese momento, incluyendo vitaminas así como medicamentos elaborados a base de hierbas y medicamentos de venta libre. Pero si consume algunos de los siguientes medicamentos debe mencionárselo sin pérdida de tiempo al médico: acetaminofén, bloqueadores alfa (alfuzosina, doxazosina, prazosina, tamsulosina y terazosina), betabloqueantes (atenolol, labetalol, metoprolol, nadolol y propranolol), medicamentos que contengan cafeína, antitusígenos y antigripales, imipramina, insulina, isoproterenol, oxazepam, pentazocina y teofilina.

Algunos medicamentos son metabolizados más rápidamente por el cuerpo del fumador. Si se detiene, puede requerir que se ajuste la dosis de esos medicamentos. 

Dejar de fumar tratamiento dejar de fumar

¿Cómo se usa el spray nasal de nicotina para dejar de fumar?

Cada dosis consta de dos rociadas, una en cada fosa nasal. El médico le indicará al fumador la dosis que se aplicará y la frecuencia con la que deberá hacerlo, es posible que le indique que comience el tratamiento aplicando una o dos dosis cada hora.

El fumador debe abstenerse de aplicarse más de 5 dosis por hora, o más de 40 dosis diarias. Para comenzar a usarlo el fumador debe lavarse las manos, y sonarse la nariz para dejar totalmente limpias las fosas nasales. Luego debe proceder a cebar la bomba del spray accionándolo sobre un trozo de papel hasta que se forme una delgada niebla, y a continuación deseche el trozo de papel.

Ahora debe inclinar un poco hacia atrás la cabeza, e introduce la boquilla del spray en la fosa nasal apuntando hacia la parte posterior de la fosa nasal. Rocíe en la fosa nasal, no huela ni trague ni inhale mientras se disuelve la solución. Si luego de la aplicación le gotea la nariz, huela para mantener la solución dentro de la nariz.

El fumador debe evitar sonarse la nariz durante varios minutos luego de la aplicación de la dosis. Se repite el mismo procedimiento en la otra fosa nasal. Si ha transcurrido más de un día entre una dosis y otra, debe cebar la bomba del spray de la misma manera que se mencionó antes. Pero debe tener cuidado de no cebar en exceso la bomba del spray, ya que puede reducirse la cantidad de solución presente en la dosis.

Si al aplicar el spray, este tiene contacto con la piel o con los ojos debe lavarse bien con agua. Generalmente esta terapia de reemplazo de nicotina comienza a aplicarse durante 8 semanas, con la dosis indicada por el médico. Posteriormente el médico podrá indicar ir reduciendo la dosis en las siguientes 4 a 6 semanas hasta llegar a la suspensión total del spray.

Uso combinado con otra ayuda para dejar de fumar

Eventualmente algunos fumadores presentan dificultades para dejar el hábito de fumar con el solo uso de terapias de reemplazo de nicotina. Si el fumador se percata de que el spray nasal de nicotina no está siendo efectivo, debe acudir al médico y hablar con él sobre la posibilidad de combinarlo de combinar su uso con otra ayuda para dejar de fumar.

¿Qué efectos secundarios puede presentar el uso del spray nasal de nicotina?

Los más comunes son: sensación de calor y picazón en la parte posterior de la nariz o de la garganta, rinorrea (congestión nasal), dolor de garganta, tos, estornudos y ojos llorosos. Esto efectos secundarios muy raras veces son graves. Si el fumador detecta que durante el uso del spray nasal de nicotina, se le acelera el ritmo cardíaco debe acudir de inmediato al médico.

El spray nasal de nicotina puede provocar síntomas distintos a los descritos anteriormente, si presenta algo fuera de lo normal durante el uso del spray, acuda a su médico.

Adicción al spray nasal de nicotina

El uso del spray nasal puede provocar adicción. Es de vital importancia que el fumador siga al pie de la letra las indicaciones del médico. Sin embargo, el contenido de nicotina del spray nasal es menor al de los cigarrillos, y administra de forma más lenta la nicotina.

El riesgo es menos, pero no inexistente. Si el fumador detecta que no puede dejar de usar el spray nasal luego de culminar el tratamiento, debe acudir al médico para que lo ayude a suspender su uso.

El spray nasal de nicotina y el hábito de fumar no se deben combinar

El fumador deberá abstenerse de fumar mientras está usando esta terapia de reemplazo de nicotina, o de lo contrario estará en riesgo de sufrir una sobredosis de nicotina. Además debe abstenerse de usar cualquiera de las otras terapias de reemplazo de nicotina, mientras está usando el spray nasal de nicotina.

Los síntomas de la sobredosis de nicotina son: mareo, dolor de estómago, dolor de cabeza intenso, vómitos, sudoración fría, babeado, confusión, visión borrosa, escuchando problemas y debilidad o desmayo. Si el fumador sospecha que tiene sobredosis de nicotina debe suspender de inmediato el uso del spray nasal, y acudir al médico inmediatamente.

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