Cada dosis consta de dos rociadas, una en cada fosa nasal. El médico le indicará al fumador la dosis que se aplicará y la frecuencia con la que deberá hacerlo, es posible que le indique que comience el tratamiento aplicando una o dos dosis cada hora.
El fumador debe abstenerse de aplicarse más de 5 dosis por hora, o más de 40 dosis diarias. Para comenzar a usarlo el fumador debe lavarse las manos, y sonarse la nariz para dejar totalmente limpias las fosas nasales. Luego debe proceder a cebar la bomba del spray accionándolo sobre un trozo de papel hasta que se forme una delgada niebla, y a continuación deseche el trozo de papel.
Ahora debe inclinar un poco hacia atrás la cabeza, e introduce la boquilla del spray en la fosa nasal apuntando hacia la parte posterior de la fosa nasal. Rocíe en la fosa nasal, no huela ni trague ni inhale mientras se disuelve la solución. Si luego de la aplicación le gotea la nariz, huela para mantener la solución dentro de la nariz.
El fumador debe evitar sonarse la nariz durante varios minutos luego de la aplicación de la dosis. Se repite el mismo procedimiento en la otra fosa nasal. Si ha transcurrido más de un día entre una dosis y otra, debe cebar la bomba del spray de la misma manera que se mencionó antes. Pero debe tener cuidado de no cebar en exceso la bomba del spray, ya que puede reducirse la cantidad de solución presente en la dosis.
Si al aplicar el spray, este tiene contacto con la piel o con los ojos debe lavarse bien con agua. Generalmente esta terapia de reemplazo de nicotina comienza a aplicarse durante 8 semanas, con la dosis indicada por el médico. Posteriormente el médico podrá indicar ir reduciendo la dosis en las siguientes 4 a 6 semanas hasta llegar a la suspensión total del spray.